No pienso olvidar...

No creo en muchas cosas, entre ellas el olvido, específicamente el hecho de olvidar a alguien. La única justificación para hacerlo sería sobrellevar una enfermedad mental y yo aún no padecí alguna. Reconozco que algunas veces he deseado volver atrás y cambiar las cosas, pero sabía muy dentro que el desearlo no cambiaría en nada y me sometía a mis emociones. Si quería llorar lo hacía o si el llorar no adormecía mi aflicción, buscaba excusas para dejar de lado al causante de todo ello. Suprimiendo los buenos recuerdos, pero volvía a lo mismo, aflicción, lágrimas, recuerdos.

Estar deprimida nunca me pareció una buena idea, y espero que no lo sea en un futuro. Detesto poner mi granito de arena para estar triste, porque puedo estar bien si yo quiero y parecer valiente frente a dificultades sentimentales, pero a veces estar triste es inevitable.

Lo cierto es que todo pasa, y después el recordar o hablar de ello, no me ha hecho sentir mal, ni mejor. Tampoco me esforcé por olvidar, porque es una de las cosas que también detesto.

Así que ha dejarlo estar, porque pienso que olvidar es mentir, dejar de lado suena mejor.

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