He sentido el vacío dentro muy dentro, en algún lugar de mi pecho, y reclamar una ilusión, alguien por quien sonreír de la nada.
Alguien por quien desear hacer las noches más cortas y de los días más largos, porque despertar cada mañana, con la sola ilusión de verlo era un motivo.
No sé si aún era ese vacío o quizás mi corazón que se afligía cuando se percataba que siempre había alguien para alguien. Menos para mí. Conformase no era una opción, y lo tenía muy en cuenta. Sin embargo la verdad era que aún estaba sola y mi corazón permanecía aguardando latir desenfrenadamente, al igual que cada rincón de mi cuerpo anhelaba sentir una mezcla electrizante de sensaciones…por alguien.
Y ser indiferente a ese vacío era una práctica constante, mientras trataba de imaginar que quizás en algún lugar del mundo, alguien esperaba por mí.
2 comentarios:
Claro que si hay alguien por ahí, solo el destino le pone en el momento indicado, te lo digo por experiencia aunque esperé muchos años ^^
Supongo que sí, el destino se encarga de ponerlo en un lugar y tiempo preciso, pero ¿Cómo saber si es él?
Estas cosas son tan complicadas, que a veces me causa gracia que "esa" persona pueda estar a tu lado y tú sin darte cuenta.
Bah cosas que pasan.
Abrazos querida :)
Publicar un comentario